DOP. Vinos de Madrid en la AMSumilleres
Cata de una selección de vinos de la Denominación de Origen Protegida Vinos de Madrid en la AMS, Asociación Madrileña de Sumilleres.

Tan cerca y muchas veces tan lejos, ya hacía tiempo que no pasaban vinos y bodegas de Madrid por nuestra Asociación. Pero se acerca el mes de mayo, tan madrileño y vital, cataremos la sangre de sus diversas campiñas y de paso llamaremos la atención para reclamar una mayor cuota en los restaurantes y mesas de sus vecinos y visitantes.
El encuentro tuvo lugar el 27 de Abril de 2018 en la célebre cata de los viernes de la AMS, en el Aula de Sumilleres del Instituto de Formación Empresarial (I.F.E.) de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid.
La cata fue dirigida por Mario Barrera, director técnico del Consejo de la D.O.P. Vinos de Madrid. Fue presentado por Javier Gila, presidente de la Asociación: Una persona tan accesible como necesaria para todos, bodegueros, técnicos, comerciales, sumilleres, etc., porque de su sabiduría muestra sencillez, cercanía y deseos de ayudar para consolidar y hacer más notoria esta joven entidad, la D.O.P. Vinos de Madrid.
Mario Barrera.
Estamos en Madrid, sabemos que es una zona a caballo entre las dos mesetas con unas peculiaridades muy concretas, el Sistema Central. Esa floración granítica del centro peninsular que se eleva hasta los 2.400 m de altitud en el Peñalara, nos diferencia respecto a todo, su extensión radial de suelos ácidos será el acomodo de zonas de viñedo; pero a mayor distancia, sustentado por una gran masa caliza que dará otro perfil a sus viñedos con suelos de pH básicos.
Por el lado Este nos encontramos con la “Alcarria”, meseta de cierta altitud (en torno á 700 m) de baja o nula fertilidad, muy yerma y de clima severo. Por el sur, el río Tajo marca la frontera natural de la provincia, pero son sus seis vías fluviales principales las que marcan las zonas de aclimatación del viñedo. Atraviesan la provincia de norte a sur con los ríos Alberche, Guadarrama, Manzanares, Jarama, Henares y Tajuña.
La subzona de San Martín de Valdeiglesias, entre el sistema central y el río Alberche, la subzona de Navalcarnero, entre el río Alberche y el río Guadarrama y la subzona de Arganda entre el río Jarama y el Tajo.
La Denominación de Origen de Vinos de Madrid viene de diciembre de 1990 con su nombre único, su diversidad originaba múltiples criterios vinculantes, pero así salió por que lo solicitaron viticultores y bodegueros, muy curioso, viene de abajo el cobijo de todas las zonas vitícolas, no de arriba. Hoy en día se está intentando defender una cuarta subzona que es la de El Molar, está formada por once municipios de la zona norte de Madrid con historia vitivinícola documentada desde el siglo XVI.
Ya sabéis que el madrileño presume de viña hasta en el parque de El Retiro. ¿Esa viña donde está?…, ¿en el Retiro?. Lo conocemos como uno de nuestros chistes chulescos, pero aprovecho para recordar al profesor de casi todos, se llamó Luís Hidalgo y aportó una amplia colección de variedades en el Jardín Botánico, una extensión del célebre Parque del Retiro de Madrid donde todavía existe una viña que plantó un gran señor.
También conocemos que en el sur de Madrid, en la iglesia Santa María de Carabanchel, se acometieron unos trabajos de restauración, no hace muchos años, y afloraron teselas y suelos de origen romano, en ellos aparece la cabeza de Dioniso, con lo cual, aparecen todos los antecedentes de que toda esa zona lo era también para el cultivo de la vid.
Ya sabíamos que los romanos fomentaban el cultivo de la vid y el olivar por donde pasaban, hacían que la gente se asentara al suelo con ese cultivo que necesita el cuidado permanente.
Llegamos al siglo XX con 60.000 Ha de viñedo inscritas, muchas más que otras denominaciones tan conocidas de otras regiones de España.
Hoy sabemos que en el siglo XVII había una figura en Madrid que se llamaban «Viñadores», una especie de inspectores, trabajaban para la Administración local con el propósito de evitar que vinieran con uvas y viñedo de otros sitios. Ya existía esta figura pública y la necesidad de control y regulatoria en el pasado, esto de la Denominación de Origen ya estaba casi inventado.
Razones de las tres zonas vitícolas
Lo explica el Sistema Central y su influencia, la zona de campiña es Navalcarnero con las termas de degradación y suelos sedimentarios. Lo que sustenta toda la masa caliza es Arganda. San Martín tiene suelos graníticos y ácidos con pH bajos. Sus vinos explicarán fenomenalmente comportamientos distintos.
En Navalcarnero hemos llegado a encontrar viñas prefiloxéricas, no necesitaban estar injertadas porque los terrenos son tan sueltos que la filoxera no se desarrolla, hay un término que se llama El Álamo donde esa cepa antiquísima existe. La zona es de cierta neutralidad con las otras, sus agricultores han tenido que combatir durante mucho tiempo contra el desarrollo urbanístico y especulador del ladrillo. En estos momentos están con la idea de hacer un segundo aeropuerto en la zona de Navalcarnero, es Madrid y que le vamos a hacer, hemos tenido la viña más cara de España y no precisamente por la viña, lo que ha originado que el potencial vitícola se haya reducido de una forma brutal. Ya hace 20 años nadie quería trabajar en la viña, pagaban mucho menos que en la construcción.
Los suelos de Arganda son de caliza y yeso, de los más pobres y austeros de España junto con Murcia, estamos en rendimientos cercanos a los 36 Hl/Ha de media, algo que solo le pasa a una zona concreta murciana. En su zona del corredor del Henares, los suelos son muy ricos en óxido de hierro y en arcillas, por eso vemos estas texturas con ese color amarronado a rojizo.
¿Qué ocurre en estos suelos?. Que retienen muy bien el agua, por eso los vinos tintos son muy voluminosos en boca. Hay una zona que es caliza pura donde sus vinos blancos son muy austeros, muy blandos, vamos a probar uno muy curioso.
Madrid siempre ha tenido su gran virtud y su gran problema, en la comercialización de los vinos también lo veremos, todo el mundo quiere vender en Madrid, tenemos la mayor competencia, sabemos por marketing que es el mercado más competitivo de Europa después de París y Londres, es aquí donde hacen las presentaciones el resto de las 68 Denominaciones de Origen. Lo sabéis, la competencia siempre es buena.
San Martín es el borde de la Sierra oriental de Gredos, es aquí donde se llega al equilibrio de precipitación que es la cercana a los 700 ml/año, aunque no están tan repartidos como en otras zonas. Sin embargo en Arganda es de sequía y Navalcarnero está en medio.
En cuanto a las variedades, una variedad autóctona blanca que se llama Malvar, vamos a probar una, es la única mención tradicional que posee Madrid, se llama «vino sobre madre» y no se puede llamar así en ninguna parte del mundo, excepto en la DO. Madrid. Tempranillo en Arganda, Garnacha en Navalcarnero y San Martín; uno de los grandes hechos diferenciales en San Martín es nuestro Albillo Real. Hoy sabemos por investigación que es la madre del Tempranillo.
Hace cuatro años se publicó un trabajo de investigación en la cual se garantizaba que genéticamente la Tempranillo tenía una vía que era la Albillo Real y por otro lado tenía una variedad tinta, Benedicto, una variedad aragonesa como pariente más próximo, el cruce de las dos es la que aparece como Tempranillo.
El Albillo Real, no el Albillo Mayor que es más castellano, quedan muy pocas hectáreas, hoy en día es uno de los hechos diferenciales de Madrid, concretamente de San Martín, y hace que estas viñas sean muy apreciadas. Una variedad de ciclo muy corto, de doble uso, se puede vinificar y se puede comer por ser uva de mesa, me parece una de las grandes uvas españolas y además así se está empezando a reconocer junto con la Garnacha.
Las blancas autorizadas son la Airén, Viura, Torrontés, Parellada y Moscatel de Grano Menudo, el Albillo Real y la Malvar son variedades principal.
Venimos de un invierno 2018 durísimo y del anterior sequísimo, tenemos la suerte de tener en Madrid un mes de mayo y septiembre buenísimo, con mucha variabilidad y muchas horas de sol, dos meses maravillosos en esta región de España. La semana pasada fue de riesgo en heladas para el viñedo, amaneció un día con -0,5ºC y esperemos que no nos pase como en otros años. Venimos de la cosecha más corta de la historia, sufrimos un verano durísimo en cuanto a calor y falta de lluvias, resultando la cosecha más baja de la historia con casi un 60% menos, una cosecha de referencia. Un desastre, pero es la zona en la que vivimos, el 90% del viñedo está sin irrigación, por tanto seguimos dependiendo del agua de la lluvia. En definitiva, de los ciclos climatológicos que soportamos.
Vamos a descubrir nuestros vinos a partir de la cata, quiero decir que los vinos los ha elegido la Asociación, hemos traído los vinos que nos habéis pedido y que representan muy bien lo que es nuestra Denominación de Origen.
La cata
1º. Viña Bayona Sobre Madre 2016 – Blanco – Variedad Malvar – 12,5% vol – Bodega Viña Bayona – Subzona Arganda – Titulcia (Madrid), España.
La uva se encuba entera tras ser despalillada, realiza la fermentación con sus propias levaduras, una vez concluida permanece entre 60 y 180 días en el mismo depósito sin trasiego y sin remoción. Lo hace igual con los tintos, una práctica que defiende una elaboración tradicional, se llaman “vinos sobre madre”, entendiendo como madre todo el cuerpo sólido de la uva y durante ese tiempo tan largo. Es una mención actualmente reconocida por la UE.
Antiguamente, cuando el comprador iba a las bodegas a cerrar las partidas, eran los vinos más apreciados por que se aseguraba que no había sido aguado. ¿Os imagináis cuales eran sus sabores y aromas?
Es una elaboración que requiere de muchísima sanidad, el fruto tiene que estar impecable, toda la uva va a estar en contacto con el mosto vino durante mucho tiempo, hasta su embotellado. Antiguamente lo llamaban correr, sacaban el vino poniendo una canilla en la tinaja de barro, el vino iba directamente a llenar los depósitos de consumo, con lo cual, debía de tener algo de carbónico de forma natural (endógeno).
Evidentemente, esto era lo que llamamos filtrado previa estabilización tartárica por su largo reposo con todas sus lías. Este tipo de elaboraciones se están poniendo en boga por su raíz tradicional como eco y reconocimiento en la comarca.
Solo se hace en determinados pueblos de la zona como Valdelaguna, Colmenar de Oreja, Aranjuez y Titulcia. Este es de Titulcia, un pequeño pueblo junto al río Tajo. La comercialización es mediante compra en bodega, local, su precio es de 2,46€/botella.
¿Qué tiene de peculiar este vino? Que es de un suelo calizo, de una zona muy caliente (la más caliente de Madrid), donde menos llueve, de clima continental extremo y además es una variedad no aromática, no excesivamente ácido, lo contrario, tremendamente blando, muy amable, eso se refleja en el vino, fácil de beber, con lo cual, su bondad será su amabilidad en boca.
La característica de estos vinos es su sencillez y amabilidad, se mantiene muy bien en botella porque tiene algo de carbónico residual. En nariz hay recuerdo a levadura, sutiles sus notas florales y primarias de manzana y melocotón. En boca es limpio, fresco y paso ligero, algo graso y de volumen medio por su estancia serena con los hollejos, con algo de untuosidad levemente golosa, en el retrogusto recuerda a la almendra amarga.
*Su elaboración le ensalza sus virtudes discretas, le ayuda a crecer. Un vino directo.
Esta zona es una gran costra caliza, la piedra más exquisita que hay en Madrid sale cerca de este pueblo, en Colmenar de Oreja, construían la casa con la piedra que sacaban del suelo, de paso hacían una cueva que era donde guardaban y se criaba el vino, los garbanzos, etc. Toda esta zona es de suelo básico de masa caliza, son todo cuevas con tinajas de barro cocido, digno de conocer.
Un vino Malvar similar a este de Colmenar de Oreja forma parte de la carta de un restaurante de Washington, se llama Taberna del Alabardero y lo exportó el padre Lezama a finales de los años ochenta.
2º. 4 Monos Albillo 2016 – Blanco – Variedad Albillo Real – 13,5% vol – Bodega 4 Monos Viticultores – Subzona San Martín de Valdeiglesias – Cadalso de los Vidrios (Madrid), España.
Es también un vino diferencial por ser de una bodega pequeña de cuatro jóvenes con carrera universitaria y grandes capacidades técnicas. Deciden trabajar en los viñedos, hacer vino y venderlo.
La variedad Albillo Real tiene muchas catequinas, un sustrato oxidable altísimo, con lo cual, antiguamente se decía que estos vinos envejecían mal, lo que pasa es que se elaboraban mal.
Se priorizaba como uva de mesa, incluso en la Corte de Madrid, por su piel fina, apenas pepitas, azucarada pero no empalagosa, ligera y suave, fácil de tomar, ni excesivamente ácida ni aromática. Cuando Cervantes hablaba de los vinos preciosos de San Martín, este que se pone dorado, se oxida, parece que esa cita literaria le corresponde.
Se elabora en barricas usadas de 300, 500 y 600, la fermentación con maceración es larga, de 40 o 45 días, donde continúa otros 10 meses hasta que se embotella. Han acertado con el suficiente aporte de roble durante la crianza, el vino se ha redondeado sin enmascarar la fruta.
Estos vinos envejecen bien a pesar de su baja acidez por su acertada elaboración, porque surgen de viñas muy viejas, son mucho más largos en boca, con persistencia prolongada teniendo pocos precursores de aroma, nace con esta genética. Son glicéricos, por tanto en boca son cremosos, envolventes y con sensación de dulzor.
Juanma: Amarillo con los aros evolucionados, la primera impresión ha sido de notas achampanadas, de carácter de vino natural, de viña vieja, notas de fruta escarchada, parece una nariz algo plana, no muy expresiva, creo que es un vino de copa, de desarrollo, se mueve más en las notas florales, flor marchita, compleja, seductor, con algo licoroso a pesar de sus 13 grados, tiene un punto rústico que me gusta, nada de impostado, tiene mucho de verdad.
En boca con entrada dúctil, bastante esférico, redondo, en el centro parece plano, vislumbra la moderada acidez en el retronasal con notas florales, es más fresco de lo que en principio parece, es un vino complejo, no entendido por la mayoría. Un vino distinto y diferente.
A Madrid le pertenece solo un trocito de la gran Sierra de Gredos, la superficie de San Martín y de Cadalso, son un bello mirador, donde está toda su magnitud es en la provincia de Ávila.
3º. Marino 2014 – Tinto – Variedad Garnacha – 14,5% vol – Bodega Miguel Santiago – Subzona San Martín de Valdeiglesias – Cadalso de los Vidrios (Madrid), España.
Cadalso de los Vidrios es una de las zonas más conocidas de viticultura tradicional donde el carácter de la Garnacha es más variopinto. Este señor es viticultor y se llama Miguel Santiago, Marino es su caballo con el que ara las viñas muy viejas que tiene en el monte, es la quinta esencia de la Garnacha de esta zona.
Los suelos son graníticos y arenosos, la parcela “Tórtolas” está a 830 msnm y “Alto” a 870 msnm, el clima es continental Templado.
Vinifica por parcelas, fermenta con raspón y maceraciones largas de 30 a 35 días en depósitos de inox, la maloláctica la hace en barricas de roble francés de 500 litros, prolonga la crianza hasta los 11 meses.
Al que le guste la contundencia (que el vino te llene la boca de uva roja y potencia), este no es su vino. Esta Garnacha tiene nariz de fruta roja confitada con chocolate, algo licorosas, de naranja madura, algo herbáceas, especiadas. La entrada en boca es sutileza, de fácil paso con rastro de fruta madura y viva, con ese recuerdo fresco de hinojo, de laurel, regaliz rojo, notoriedad tánica pero no rústica o desagradable, tiene frescura y se le aprecia un vino con facilidad para beber, sencillo y agradable, te invita a seguir bebiendo.
La elaboración de este vino defiende el concepto antiguo, un concepto de la maduración, de vendimiar cuando la uva estaba engustada, el engustamiento es un concepto bordelés que defiende aún más la maduración de la uva, se vendimiaba cuando la uva estaba madura fenólicamente.
4º. Bernabeleva «Viña Carril del Rey» 2016 – Tinto – Variedad Garnacha – Bodega y Viñedos Bernabeleva – Subzona San Martín de Valdeiglesias (Madrid), España.
Es el vino madrileño, en la actualidad, más alabado por la crítica internacional, en ninguna guía lo bajan de 96 puntos. La viña es de 3 Ha y se plantó hace 76 años con orientación sur, defienden los rendimientos bajos, solo elaboraron 1.500 botellas en esta cosecha. Es la última en vendimiar por su elevada altitud, su propietario es Juan Díaz Bulnes y hace un gran tandem con su enólogo Marc Isart que trasladan al viñedo y a los vinos.
Marc Isart es un enólogo que al mismo tiempo que identifica todos sus vinos con el terroir, identifica y fija la finura en sus vinos, hace vinos para beber, da sensación de sencillos, pero son largos, minerales, longevos.
El concepto Bernabeleva es que cada vino exprese su viña y añada, un concepto defendiendo el terroir tradicional, sin forzar la extracción de color en la uva, se encuba con un ligero pisado a pie y una vez fermentado va a cuba r.fr de 600 litros, seminuevas y durante 12 meses. A pesar de su brillantez está sin filtrar y sin tratar con clarificantes.
Visualmente es un rosado presumiendo ante los tintos variopintos, el primer golpe de nariz no hace gala de intensidad aromática, como si sus cepas fueran ajenas a su entorno, pero no es así, tiene notas con limpieza y sutiles que necesitan abrirse. En el último análisis aparece la transparencia de sus notas de fruta roja (frambuesa, frutillos del bosque), semillas de monte bajo, aromáticas, balsámicas, ahumadas.
Sin embargo en la boca es una bomba, su abundancia de taninos declara su juventud, pero ya integrados, con textura fina, prieta y sedosa, dulces, por tanto reducen la sensación de amplitud, es un vino de concepto largo. Al límite de su maduración fenólica, es de una ligereza extrema, tiene un frescor balsámico, hay mucha insolación (2.850 h de sol) y de suelos tremendamente austeros, la acidez muy bien envuelta, su fruta fresca es sutil y persistente, un vino largo, un vino que te pide grandes platos, un caballo veloz que requiere campo abierto para expresar su belleza plástica, sin manifestar la fatiga de su esfuerzo, pero está entregando su alma.
Ha merecido la pena su atrevimiento, muy elegante y refrescante, un vino que requiere el servicio de un Sumiller, necesita ser algo comentado para ser justamente entendido, cómo abordarlo en temperatura, en que platos, orden del servicio, etc. Hay que saber enfrentarse a él, no es un vino destinado a todo público, es para gente muy bebida.
5º. Tierra Calma 2015 – Tinto – Variedad Garnacha – Bodega Tierra Calma – Subzona San Martín de Valdeiglesias (Madrid), España.
El viñedo es de una parcela en ladera y tiene más de 60 años, orientación norte y suelos graníticos a 670 msnm de altitud transmiten al vino su finura y personalidad inconfundible, se embotelló en febrero de 2017.
Rafael, el propietario: Soy socio de la Asociación de Sumilleres y esa es la razón por la que estoy aquí con uno de mis vinos, aprovecho para deciros que me llena de orgullo.
Conozco el viñedo desde los 20 años en la zona de Méntrida y siempre he estado muy familiarizado con la viticultura, a pesar de haberme dedicado a otra actividad hasta la jubilación.
He comprado viñedo viejo en la zona de San Martín y tengo muy claro que voy a entregarme al vino en esta última etapa… a el alma de la tierra. La filosofía es obtener nuestro estilo, nuestra visión, la mayor esencia que pueda dar la variedad Garnacha, con viñedo viejo en suelo granítico, vamos a maduración plena, soy consciente de este riesgo en la zona.
Nuestro primer vino es el 2015, se ha vendido muy bien, lamentablemente es un vino de precio alto, invertir en viñedo es caro, recuperar viñedo viejo es caro, la producción media es de 700 gr/cepa con el propósito de obtener lo mejor de cada viña, terminamos de comprar una finca de más de 70 años, elaboramos el vino en el campo, creemos mucho en lo que la planta pueda darnos y partir de ahí; nuestro producto no tiene tratamientos químicos, estamos en el segundo año de certificación para vino ecológico, al límite con un solo azufrado en viña y al límite de sulfuroso en bodega.
La uva se trata y recolecta con cuidado, fermentamos en cemento, el primer vino se hizo en la Cooperativa también en depósito de cemento, corta crianza en madera, solo 9 meses en barricas de buen roble francés. Está en proyecto la bodega en el mismo viñedo, concepto bordelés.
Gerardo: Este vino comparado con el anterior demuestra lo versátil que es la Garnacha, incluso en una misma zona. Es un vino muy bien vestido de color rojo picota oscuro, con una capa muy alta, antítesis del anterior, un ribete muy fino, lagrimea generosamente, nos está advirtiendo que en boca será graso y amplio.
Llevo con el vino bastante tiempo servido y he comprobado que tiene dos catas, cambia una barbaridad. Se presentó bastante cerrado con unas notas oscuras, densas, de cuero curtido, fosfórico o con notas de cajas de cerilla, algo de reducción que le costaba abrirse, yo lo decantaría. Cuando se abre es un vino muy profundo, muy de terruño, notas con fruta roja más presente que las negras, con muchas notas, tiene balsámico, planta aromática, de monte bajo. Complejo.
En boca, con el vino más caliente salen notas torrefactadas, más lácticas, de cacaos especiados, se amplía su abanico y se disfruta con su juego cambiante. Tiene entrada amable, acariciante, envolvente, sosegado, no fluido como el anterior, efecto de la glicerina que antes se manifestó visualmente, es un vino ancho, amplio, con volumen, enseguida demuestra su carácter tánico, suave y migoso.
Tampoco es un vino fácil, con un efecto limpiador en boca muy importante. En la parte crítica está su carácter reductivo al inicio, requiere tiempo en abrirse, hay que saberlo y advertirlo, también su excesiva calidez, esa calidez al final de boca lo hace que perdure menos en el postgusto, sería mucho más largo con esa fruta bien madura y torrefactada, elegante, con notas de caja de puro…
6º. El Rincón 2016 – Tinto – Variedad Garnacha y Tintorera – 14,0% vol – Bodega Marqués de Griñón Family Estates – Subzona Navalcarnero, Aldea del Fresno (Madrid), España.
Crianza de 5 meses en barricas de roble francés en subsuelo y baja temperatura.
Carlo Falcó es pionero en la modernización de la viticultura y elaboración del nuevo vino español, una de las personas que conozco que más sabe de viticultura, una de sus bodegas tiene DOP. Vinos de Madrid y se llama El Rincón. La finca es una parcela de pocas hectáreas con apuesta de plantación Syrah desde el comienzo, después añadió Garnacha Tintorera.
Su técnico es Julio López Mourelle, un prestigioso químico y enólogo que sabe interpretar los vinos desde su nacimiento. Lo mejor es que lo probemos, es un vino también muy distinto ya que la Garnacha Tintorera es totalmente diferente.
Es conocido y comentado en el sector el diseño de su sistema de conducción ultramoderno. En la zona donde está el viñedo es el punto con plantación más bajo de nuestra denominación de origen, tiene 479 msnm, quiere decir que es el punto más seguro y más idóneo para garantizar la madurez de la uva, pero cuidado, no hay que olvidar que está en la vertiente ya de subida a la Sierra de San Martín de Valdeiglesias.
La finca está en una zona de grandísima belleza, con plantaciones en distintos desniveles o cuestas. Las viñas se asientan sobre un suelo fresco y ácido de naturaleza granítica, la Garnacha Tintorera ya es tradicionalmente de Madrid, lleva más de 200 años, es de antes de la filoxera y en nuestra región fue el último sitio donde llegó. La plaga entró en barco por los puertos de Huelva y Tarragona.
La Garnacha Tintorera tenía tanta potencia de acidez y color que el viticultor tradicional intercalaba una cepa de Negral o Tintorera cada nueve de Garnacha, con estas hacía la mezcla para su vino de consumo en casa, le garantizaba acidez, color y estructura, esto es lo que nos han enseñado nuestros hombres del campo en la región.
Tenemos copias de fotos que nos ha facilitado Carlos Falcó de sus cepas del comienzo de la fotografía, las personas mayores ya nos decían que sus abuelos plantaban a tresbolillo, y de cada 10 pies, uno lo ponían de Tintorera. Con la sinonimia de Negral en Madrid, ha sido aceptada por la UE el mes pasado.
Un vino de una negral en zona de campiña como Navalcarnero se distingue por la copa negra, la gran punción, las cepas se ven y distinguen sin problema a distancia por su porte, su color, en clima mediterráneo no te quiero contar, tiene un problema de maduración, hay que ser muy buen enólogo y viticultor para enfrentarse a ese verdor, siempre lo vas a tener en boca, no se va, es muy acusado, la cepa tiene un vigor tremendo en hojas, racimos, etc. Su pulpa es la única con color tintado.
El Sumiller: Tiene un color intenso rojo picota, limpio y brillante, con una capa elevada. Las notas de nariz son de aromas primarios muy intensos, con predominio mucha fruta roja, también negras como la mora, florales (violeta), especiadas, torrefacto, balsámicas.
En boca es un vino fresco y con empaque, un vino sápido y voluminoso, su riqueza tánica está muy dominada, es carnosa y golosa, pero con esqueleto fresco.
Nos adentramos en la zona de Tempranillo, en Arganda es su variedad principal:
7º. Muss 2016 – Tinto – Variedad 65% Tempranillo, 20% Cabernet Suvignon, 13% Syrah y 2% Merlot – Bodegas Licinia – Subzona Arganda, Morata de Tajuña (Madrid), España.
Grado alcohólico 14% vol., producción de 100.000 botellas, fermentación maloláctica y posterior crianza de 4 a 6 meses (según variedades) en depósitos de roble francés y americano de 500 litros.
Para intensificar su extracción se transporta la uva en frigorífico, pasa a maceración prefermentativa, FOH a 21-23ºC en inox de 15.000 litros y délestage.
No es de su gran viña de Morata, el concepto de este vino que se llama Muss por la apuesta en la fruta roja madura de viñedos dispares. Desde una selección de viñedo viejo a 900 msnm en Villar del Olmo, a viñas centenarias de Valdilecha o las más jóvenes en el Valle del río Tajuña, a estas, aplican técnicas innovadoras.
Licinia ha llegado a tener hasta cinco proyectos de I+D al mismo tiempo.
El Tempranillo tiene un problemón, le encanta el potasio, una planta que según encuentra el potasio se lo zampa, entonces pierde su acidez natural, con lo cual sus pH son muy elevados, entorno o superior a 4, es un problema químico porque sus colores azulean. Arganda ha profundizado y se ha defendido con otras variedades autorizadas del mismo descriptor como la Cabernet y el Merlot, aportan tonos rojos con sabores y olores intensos a ciruela.
La Cabernet es nuestra última uva en vendimiar en todas las zonas. En nuestra DO comienza la vendimia a primeros de agosto con los Albillos Reales, y se prolonga hasta el 25 de octubre con la Cabernet Sauvignon, eso hace grande a Madrid, también en esto es símbolo de diversidad.
Morata de Tajuña con abundancia de sol, el ecosistema de su río Tajuña, sus suelos calizos y austeros, garantizan buen vino joven. Cada vez más enólogos y bodegas saben que la virtud de sus vinos es que son hechos para consumir enseguida, como antaño, por tanto, pronto se ponen en el mercado.
Como concepto genérico, Muss es un red wine en línea con la tendencia y gran volumen que marca la fruta roja, una bomba frutal en boca. De color intenso y brillante rojo picota con alta capa, abundante gama de fruta roja madura, bien ensambladas notas balsámicas destacando las anisadas, al fondo surgen las mentoladas, florales como jara y violetas. En boca coge volumen y amplitud con peso frutal y alegre tanicidad.
8º. El Regajal 2015 – Tinto – Variedad Tempranillo, Cab. Sauvignon, Syrah, Merlot y Petit Verdot – Bodega Compañía Garip Regajal – Subzona Arganda, Aranjuez (Madrid), España.
Daniel García Pita es un amante de su finca que se llama El Regajal, diseñó una viña digna de conocer, que sepáis que es la segunda reserva de mariposas europea y se encuentra en Aranjuez, es una de las zonas, según los expertos, con mayor variabilidad de plantas bajas del continente Europeo.
Todo el concepto del viñedo y el olivar que tiene en su finca es para elaborar este vino, es de varias variedades con predominio del Tempranillo seguido de Cabernet, Merlot, Petit Verdot y Syrah. La mezcla de estas variedades va a determinar cada año su Regajal de añada, luego tiene un peso importante de madera, preferentemente de poca barrica nueva.
Vino de gusto internacional de zona muy madura, viñas difíciles de llevar, con rendimientos bajos y donde el Tenpranillo aporta finura por sus suelos cálizos, concepto de fruta muy madura, vinos fáciles de beber y tremendamente golosos.
Manuel lo define como amplio y con mucho volumen en concepto multivarietal, muchas notas de ciruela madura en contraste con buena acidez, textura sedosa, sabrosa y elegante.
Un seguro concepto de gusto internacional difícil de equivocarse con el cliente, esto tiene mucho trabajo, triple mesa de selección, van en mesas vibratorias y luego lo pasan a maceración en frío.
Según el propietario: sobrepasamos las 2.950 horas de sol en Aranjuez, Dios nos dio la ventaja del sol, vamos a aprovecharlo ya que casi todos nuestros viñedos pueden pasar por ecológico, no tenemos desarrollo de enfermedad fungicida, solo basta con azufrar.
9º. Tejoneras 750 añada 2007 – Tinto – 40% Merlot, 30% Cab.Sauvignon, 20% Syrah y 10% Garnacha – Bodega Nueva Valverde – Subzona San Martín de Valdeiglesias, Villa del Prado (Madrid), España.
Grado alcohólico 14,2% vol., producción de 15.000 botellas, fermentación máxima de 28ºC, crianza de 14 meses en barricas de roble francés y roble americano.
Vamos al último concepto, un vino multivarietal y solo de una finca con el nombre de Tejoreras, entre Villa del Prado y Cadalso de los Vidrios. Finca de caza en la ruta de la Sierra de Gredos, tiene 750 Ha en medio de un monte de encinas, enebros, olivos, almendros, etc., su propietario también está obsesionado con el viñedo y el vino esencia, solo con la máxima calidad, su enólogo se llama Daniel Orusco.
Tejoneras 750 es su vino estrella, les gusta con envejecimiento largo, el último a probar tenía que ser un vino así, bastante maduro. Es un vino que presentan en variados concursos internacionales y se trae numerosas medallas que certifican su calidad.
Algo de evolución al principio, cerrado, pero de nariz muy compleja, se embotella sin clarificar y se sirve algo turbio. Se abre despacio en la copa y se percibe su transformación armoniosa, es un gran vino, de matices muy integrados y profundos, muy balsámico y de conserva de fruta silvestre de arbustos. En boca sorprende su porte y conservada vitalidad, un vino con buen cuerpo y voluminoso pero dinámico, con caudal a pesar de su mineralidad, una esponja de tanino envolvente y sedoso que desprende confitura de frutas con propiedades bien integradas, largo. La fiesta de su prolongado retrogusto con recuerdo a orejones es su garantía de calidad.
Es un vino para un público concreto, para los que disfruten de la evolución con el destino de la elegancia, a los que sepan y dispongan de largo tiempo para el gozo de sus cambios, camaleónico, o los que les guste la diferenciación de las zonas vinícolas con vinos de calidad, los que no busquen la fruta directa sin profundizar, etc.
Por Florentino Ordóñez «Vino Rancio»