Dehesa de los Canónigos, Bodega visitada por la AMS-Sumilleres de Madrid
BODEGA DEHESA DE LOS CANÓNIGOS – Lunes, 8 de mayo de 2017
Actividad de la AMS-Asociación Madrileña de Sumilleres, visita a bodega Dehesa de los Canónigos. Pesquera de Duero (Valladolid). Lunes, 8 de mayo de 2017.
La bodega DEHESA DE LOS CANÓNIGOS está en el corazón de la Ribera del Duero, entre Valbuena y Pesquera de Duero. La finca tiene 500 Ha con una gran superficie de pinar, el viñedo lo forman solo 70 Ha con DO. Ribera de Duero.

En el siglo XVIII fue una finca perteneciente al Cabildo de los monjes canónigos de la catedral de Valladolid con actividad de multicultivo agrícola y ganadera.
Tras la desamortización de Mendizábal y aminorada la desproporcionada propiedad inmobiliaria de la iglesia, el empresario vasco Toribio de Lecanda y Campo compró la finca en el año 1842.
Fueron los primeros en repoblar de viñedo la comarca después del exterminio por la filoxera. Toribio Lecanda plantó vides procedentes del Valle de Napa, en California; utilizadas como patrón e injertadas con viníferas traídas de Burdeos, Francia.
Teodosio, afamado arquitecto, hereda de su padre esta propiedad y es el que construye el complejo de los edificios actuales. La arquitectura de las naves es de estilo caserío vasco con entramado y protagonismo de vigas de madera. De gran valor y belleza es el edificio de la vivienda familiar, rodeada de un enorme pinar y al norte el viñedo con horizonte montañoso.

Un oasis vasco en Castilla para combatir la nostalgia.
Eloy, otro hijo de Toribio Lecanda, heredó la finca Vega Sicilia y construyó la bodega. Aunque próximas, están separadas por el río Duero, pero conductor para abastecer la bodega de Valbuena con las cosechas de La Dehesa de Pesquera.
Antes uvas que cubas, años sesenta
Un lema de la finca Dehesa de los Canónigos, se nutre de su realidad histórica, porque siempre fueron abastecedores de uva, siempre de calidad, además de otras actividades agrícolas y ganaderas.
La finca era propiedad de Luís Sanz Busto y María Luz Cid, padres de los actuales gestores, Iván y Belén.
No fue hasta el año 1989 cuando se comercializó el primer vino con marca propia Dehesa de los Canónigos, era su director técnico Antonio Sanz, enólogo de Vega Sicilia con Mariano García. Luís Sanz tenía amistad con la familia Álvarez y Mariano García, este, conociendo el perfil y potencial de las uvas de la dehesa de Pesquera, le animó a ser productor.
En 28 años han pasado de vender sus uvas a Vega Sicilia a ser un referente en la Ribera de Duero con vinos de calidad. Elaboradores y productores con marca Dehesa de los Canónigos, Solideo, Selección Especial, Ánfora Gran Reserva Especial, Quinta Generación y Albillo.
La Cuarta Generación
Sólo desde la autenticidad, se consigue la excelencia
La empresa, con varias actividades de carácter agrícola, está gestionada por Iván Sanz Cid como director general, también responsable de viticultura, labor que ejecuta con criterio proteccionista. Tiene un MBA por la Universidad de Salamanca tras su formación de ingeniería de técnicos agrícolas en Valladolid. Continuó su experiencia en gestión de empresas en EE.UU.

Su hermana Belén Sanz Cid, tiene a su cargo la enología y dirección técnica, actividad que ejerce desde el año 1998. Estudió enología en el EVE Félix Jiménez de Requena (Valencia).
Belén completó sus estudios con el difunto doctor Denis Dubourdieu en la Universidad de Bordeaux durante dos años. Director del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ISVV), autor, con Pascal Ribéreau-Gayon, del tratado sobre enología editado por Dunod, llamado » le pape du blanc «, consultor de bodegas, viticultor, humanista…
Con estas razones formativas, la legendaria Dehesa de los Canónigos, en su cuarta generación, se reafirma por la expresión terroir de la vid para contribuir a la finura del vino y en el respeto a los valores primarios de la uva en el vino.
Antes de su incorporación, realizó sus prácticas en la bodega familiar y en Vega Sicilia de la mano de dos grandes enólogos, Antonio Sanz y Mariano García.
Viticultura
La visita comenzó en el viñedo de dos parcelas presentadas por Javier Ayala Sanz, director comercial en Dehesa de los Canónigos.

La variedad predominante es la Tempranillo, un clon de la Tinta Fina, todas las cepas están injertadas con sarmientos de nuestras plantas más viejas. Otras variedades minoritarias son un 13% de Cabernet Sauvignon, impulsada por la experiencia bordelesa de Belén, mantiene que aporta a la tempranillo cosas favorables. La variedad Merlot de forma muy residual, dice que les animó Tomás Postigo, aporta una acidez que en ciertas añadas puede necesitar la Tempranillo.
La variedad blanca Albillo Mayor siempre ha estado con nosotros, incluso con viñedo propio, ha formado parte de nuestros vinos. SOLIDEO, con uva centenaria de Tinta Fina, tiene un 3% de Albillo para aprovechar su alto contenido glicérico que le confiere peculiaridad.
La mayor parte del viñedo tiene orientación Norte-Sur, parcelas con formación longitudinal, desde la falda de una ladera montañosa que protege de los vientos fríos, al complejo de naves que forman la bodega, viviendas y zona de gran pinar.
En solo 70 Ha agrupadas, el suelo es heterogéneo, de afloramiento calizo. Pasa del cascajo (pedregoso), ideal para la formación en vaso, dan vinos equilibrados con buena estructura; al suelo arenoso con varias tonalidades y distinta retención, hacen la maduración mas rápida, los vinos son menos tánicos y más aromáticos; y por último los variopintos arcillosos, su ciclo de maduración es más largo, aportan más polifenoles y alta estructura al vino resultante.
La edad media de las cepas supera los 60 años y están entre 800-700 msnm. Tiene influencia del clima mediterráneo-continental, está en una zona cálida, protegida de los vientos del norte, es un enclave privilegiado para el buen desarrollo y maduración de las uvas.
Los rendimientos están en el entorno de los 4.000 Kh/Ha de media. Realizan una poda corta para permitir la regeneración de cada planta.
La vendimia es, y siempre ha sido manual, algo que les caracteriza en la zona, recolectan en cajas de 12 Kg para garantizar la integridad del fruto cuando llega a la mesa de selección. Cada parcela se vendimia y vinifica por separado para conseguir la máxima expresión y singularidades de cada una de ellas.
Trabajan para buscar el equilibrio entre el suelo y la cepa, conocer lo que pide la tierra, densidad de plantación, de producción, de hojas y protección, etc. Protegen el viñedo antiguo y la calidad, “La viña vieja es sabia y hay que saberla escuchar”. Lamentan que se esté arrancando mucho viñedo viejo en la zona por rentabilidad económica sin protección de calidad.
Albillo – Dehesa de los Canónigos
Quinta Generación – Dehesa de los Canónigos
Dehesa de los Canónigos – Crianza
Solideo – Dehesa de los Canónigos – Reserva
Selección Especial – Dehesa de los Canónigos – Reserva solo en modelo Magnum
Ánfora – Dehesa de los Canónigos Gran Reserva Especial
Enología
En nuestra visita estaban realizando una gran reforma en la extensa nave de entrada de uva, vinificación y fermentación alcohólica. Modernización y mejoras para permitir distintas vinificaciones por separado.

Belén nos presentó con ilusión el nuevo vino que van a comercializar, se trata de un blanco con variedad única de Albillo Mayor y cosecha 2015. Es la primera añada que hace con 959 botellas. Ha realizado la fermentación alcohólica, FOH, con las levaduras de sus uvas. Está vendimiado terminando su desarrollo fenólico para que avive nervio al carácter glicérico y sabroso de la variedad, aún mayor y con menos acidez en su hermano Albillo Real.
La cata
*Albillo Mayor 2015 – Blanco.
Dehesa de los Canónigos. Brillante trabajo al sacar un gran potencial de la variedad con perfil fresco, a pesar de tener algo de elaboración con lías en madera, en boca no destaca la untuosidad ni pesadez, si, la armonía y el equilibrio de fruta, calidez, acidez y sutiles taninos que se hacen valer en el retrogusto marcando algo de amargor, también alargando al vino.
Un vino que engancha su trago, recrea su sabor, un vino atemporal para beber, portador de un puñado de cepas viejas que se han respetado, de un terreno y un paisaje, un vino que ha nacido del calor y el recuerdo familiar para que lo podamos compartir, sacrificando la cesta veraniega de fruta en la mesa de la familia.
Pasamos a visitar las distintas naves que conforman las instalaciones de la bodega, en la de crianza en barricas de roble nos recreamos con un video que contaba la historia de la bodega, utilizaba la composición de imagines hasta formar un cuadro representativo, el medio es un polvo mineral sobre una plancha de metacrilato. Se puede ver en el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=3R33ujDNDeA
Dehesa de Los Canónigos tiene el objetivo de producción de no superar las 300.000 botellas incluso en las mejores añadas, priman la calidad frutal de la uva en la mejor zona de Pesquera, con esta generosa Materia Prima saben que tienen fácil hacer sus vinos fragantes.
Toda la producción de uva se recolecta manualmente en cajas de 12 Kg y pasa por el control de la mesa de selección en la bodega. Defienden la fermentación espontanea con las levaduras que traen sus uvas del viñedo atemperandolas.
Después de la fermentación alcohólica, los vinos se crían en barricas de roble americano, principalmente, de entre uno y dos años de edad. Trabajan con distintos toneleros con el fin de aportar más complejidad a los vinos. No son partidarios de largas crianzas en barricas.
Belén manifiesta: la estancia del vino en las barricas es para nosotros un medio y no un fin, pues se prima siempre un equilibrio entre los aromas que aporta el roble y los aromas primarios de la uva. Son vinos con un gran potencial de envejecimiento, con capacidad para sobrepasar el paso del tiempo. Sedosos, complejos, elegantes.
Mantiene que hay dos escuelas: la que pide cogerlo un poquito antes y la que yo respaldo por experiencia, que es esperar lo que haga falta a que madure, aun con el riesgo de que el grado se dispare. También hay que saber elaborarlo de otra manera.
*Quinta Generación 2015 – Tinto. 100% Tempranillo de la parcela El Caserío – 14% vol – 30.000 botellas – 4 meses roble americano, el vino más joven de Dehesa de los Canónigos.
Nació con el 25 aniversario de la bodega. Un vino pensado para el consumo del público joven que demanda sabores y aromas frescos.
Es un vino vivo y alegre en boca, con suavidad tánica, buena paleta de aromas de la variedad y coge volumen sin caerse.
Fragante, muy apetecible y de amplia gama para maridaje.
*Dehesa de los Canónigos 2013 – Tinto. Tiene un 88% Tempranillo, 12% Cabernet Sauvignon y 3% Albillo – 14,5% vol – 15 meses barrica americana de grano fino y tostado medio, se embotelló filtrado y sin clarificar en mayo de 2015. Añada de ciclo corto y fresca, sobre todo en septiembre.
Este vino crianza es la imagen de la bodega, el de mayor producción, un vino con cualidades “reserva”. Nariz frutal con recuerdos de moras y picotas maduras, notas especiadas con recuerdo bergamota del té Earl Grey.
En boca tiene más notoriedad la fruta menos madura y más variada, hay frescura de acertada acidez con notas especiadas, como el chocolate negro y el clavo; a pesar de tener buen cuerpo se percibe fluido y de paso acuñado, con taninos muy finos y vivos, deja retrogusto balsámico.
Un buen vino con esqueleto para guarda, ideal para su análisis en cata vertical, bien entendido en una añada accidental.
*Solideo 2011 y 2010 – Tinto. Con un 85% Tempranillo centenario, 12% Cabernet Sauvignon y 3% Albillo Mayor- 14,5% vol – 20 meses de barrica americana, 4 meses en francesa y 30 en botella.
Con estas dos añadas, Solideo recupera la marca creada por Luís Sanz Busto. La etiqueta de la botella esta ilustrada con la portada de la casa vasca de la bodega recogida por el pintor hiperrealista Luis Pérez. Es un vino “reserva”, como el “Selección Especial”, se elabora sólo en las mejores añadas. Su uva Tinta Fina proviene de una parcela de 4,5 Ha plantada en vaso hace más de 80 años con suelo de pedregal y subsuelo arcillo-calcáreo.
Solideo en latín significa “solo a Dios”, es el gorrito o casquete de seda que lleva en la cabeza el papa hasta sus obispos.
Solideo 2010 – 14% vol – Añada Excelente – Producción de 14.332 botellas. Embotellado en abril de 2014.
Un vino que se hace grande con su volumen en boca, expresa equilibrio, domina la proporción con equilibrio de frutos del bosque, rojos y negros, con las notas balsámicas, los sutiles torrefactos con la mineralidad, la riqueza tánica ensamblada con una acidez acertada, redondez, todo sutil y finura, pero con profundidad o largura. El retrogusto deja sensación de fruta madura y balsámica con la boca refrescante y jugosa.
Solideo 2011 – 14,5% vol – Añada Excelente – Embotellado en julio de 2015.
El vino reserva de la bodega Dehesa de los Canónigos, Solideo 2011, ha sido galardonado con Medalla de Oro en los premios de la afamada revista inglesa ‘Decanter’, alcanzando los 96 puntos, además el vino Dehesa de los Canónigos ha conseguido la Medalla de Bronce. Con la descripción: Nariz compleja, con aromas a frutos rojos y dulces especias pulidas con un toque de pimienta. En boca es concentrado y muestra una bonita base de fruta dulce y una firme estructura de maduración, tanino bien formado. Presenta un final bien equilibrado, con una longitud fresca y profundidad. Fue en junio de 2016.
Solideo 2011 quedó en segundo lugar entre los 7.100 votos emitidos por los socios del Club Verema como “2º Mejor Vino tinto Español del año 2016”. En febrero de 2017.
Solideo 2011 me pareció con más estructura, intensidad aromática frutal más madura, más relevancia a los tostados, y mentolados. Pero un gran vino sin perder el equilibrio.
Estos vinos fueron decantados de una botella de 5 litros para ser agasajados a comer con ellos.
Nos faltó catar:
*Selección Especial Dehesa de los Canónigos – Tinto. Tiene 18 meses de barrica, se comercializa solo con formato magnum para que su afinamiento resalte el gran potencial de aromas y sabores.
*»Ánfora» Dehesa de los Canónigos Gran Reserva Especial 2001 – Tinto. Elaborado con la mejor uva 85% de Tempranillo, 12% de Cabernet Sauvignon y 3% de Albillo – 36 meses de barricas.
Otra creación de Belén Sanz con producción de 5.000 unidades.
Fuimos tratados con entrañable afecto, Belén e Iván Sanz Cid nos trasladaron en todo momento la sensación de hogar.
Prometieron venir a Madrid y traer a la cata de la Asociación los vinos ausentes.
Más información de los vinos Dehesa de los Canónigos en el interesante enlace de la «Revista Sobremesa»:
Más fotos de la visita: