Cellers Scala Dei – Vinos parcelarios del Priorat con los Sumilleres de Madrid
El viernes, 12 de febrero de 2016, la AMS recibió a Cellers Scala Dei, D.O.C.Priorat.

La Cata fue guiada por el sumiller Xavier Nolla y por el enólogo y director técnico Ricard Rofes, también les acompañó Claudia Longari, comercial del grupo Codorniu.
Historia de Scala Dei
Xavier Nolla: Por la identidad de donde provienen estos vinos, estamos obligados a contar algo de su geografía. Hablamos de una de las zonas del interior y sur de Cataluña y de Tarragona, pero a 30 Km sentimos a nuestro Mediterráneo.
Los sumilleres como yo también somos algo contadores de historia, cubrimos esa parte emotiva de la presentación de vinos. Así que nos remontamos a la España medieval del siglo XII; en la llamada Reconquista, el rey Alfonso el Casto decidió además de repoblar las tierras, también cristianizarlas y culturizarlas, de esa manera dio entrada a muchas órdenes religiosas de centro Europa; las que cruzaban los Pirineos por la zona de Cataluña iban instaurando monasterios y cartujas, haciendo productivas las tierras, introduciendo los métodos de elaboración y enseñado a las gentes que formaban esos entornos, la identidad.

En este caso nos centramos en la Orden de los Cartujos que provienen de la zona central del Ródano, les identificaba la sobriedad, el trabajo y la oración. Su creador fue San Bruno, la orientó en los valores de la reclusión y el aislamiento, incluso consigo mismo, ya que les acercaba a Dios.
Los Cartujos y la viticultura
Esto dio lugar a una comunidad muy estructurada, muy sistemática en el orden de vida, de trabajo y creación, hasta el punto que no había relación con los hermanos menores, la asignación de funciones marcaba colectivos estancos, edificios y construcciones estancas, pero partes del cenobio donde los cartujos vivían en comunidad, muy profesionalizados, motivo por el gran desarrollo en la viticultura e identidad con el entorno donde se asentaban.
La Leyenda: Un grupo de monjes, a primeros del siglo XII se acercan a las tierras desérticas de la Sierra del Montsant con la intención de crear un asentamiento para la Orden, se encontraron con un pastor que les dijo, cada vez que traigo al ganado a pastar por la zona, suelo asiestar bajo el mismo pino mirando a la montaña, enseguida se me aparece una escalera que me comunica con Dios, por ella suben y bajan los Ángeles.
Los Monjes lo tomaron como una señal divina y decidieron que era el lugar para construir un gran monasterio, lo llamaron Scala Dei, escalera a Dios, fue el más grande e influyente de su época. El padre Prior, como dueño, marcó el territorio y propiedad de sus tierras, por esa identidad tan acusada los vecinos lo identificaron como del “Priorato“
Este monasterio tenía a un kilómetro su conreria (sus casot, casetas, barracas), estancias, edificios destinados para su hacienda y caudal de impuestos, panadería, molino, bodega, etc., como un pueblo independiente, hoy es el pequeño pueblo llamado Scala Dei, un reducto de pocas casas y vecinos que siguen viviendo a los pies de esa montaña sagrada que es el Montsant.
Seguro que todos habéis bebido un vino de Priorato, si os habéis fijado en el sello del Consejo Regulador, adoptó la imagen del origen, la escalera a Dios trajinada por los Ángeles.
Scala Dei es el punto, el origen, donde todo nace, hoy vamos a hacer un viaje en el tiempo al catar viñedos muy singulares.
Los monjes eran señores feudales que imponían duros impuestos, tenían a las poblaciones bastante castigadas, la reacción de sus pobladores, acentuada con el mal reparto de las expropiaciones del siglo XIX (consecuencia de las desamortizaciones), fue dejar al desamparo y sin trabajo a la población y derruida la Cartuja.
Hoy día, las ruinas de la Cartuja son otro símbolo del Priorat, su conreria es el actual pueblo que sigue en pie, y la bodega, uno de sus edificios donde se sigue haciendo este vino.
El segundo punto de inflexión fue en el año 1974, cuando se embotella el primer vino en el Priorat, lo hizo Scala Dei, decidió hacer el embotellado de vino de calidad.
El que consideramos el tercer punto de inflexión en el Priorat, lo dio este señor de la foto de aspecto hippie, se llama René Barbier, hijo de un viticultor del Penedés, se puso a buscar una región en el mundo donde construir su bodega y hacer vino de calidad.
A René le calló en sus manos una botella de Scala Dei del 74, al abrir la botella y catarla se dio cuenta de que era la zona donde tenía que hacer sus vinos, donde había un gran potencial, de esa manera marcó el inicio de otro Priorat. Otra vez, Scala Dei marca un origen.
Este cuarto punto de inflexión es nuestra última apuesta, se dice de Ricard, que de su interpretación de los viñedos y de la Garnacha está haciendo renacer otra manera de entender el Priorat.
Ricard Rofes esta tomando un camino más del origen de donde vinieron los monjes con sus sarmientos y viticultura, la zona central del Loira. El encuentro de la elegancia, con la flor y la fragancia hacia los vinos de larga crianza, fluidos y sin perder la identidad.
Hoy, los vinos de Cellers Scala Dei son parcelarios
Ricard Rofes i Salsench.
Otro referente importante en la bodega es el año 2000 con la entrada del grupo Codorniú en el accionariado. Lleva la distribución exclusiva de los vinos Scala Dei.
Para conocer la tipicidad y diferenciación de Scala Dei quería comentar primero algunas cosas del Priorat. Hay tres características básicas que lo definen y lo diferencian de otras zonas vitivinícolas del mundo.
Una, las variedades con las que se trabaja, Garnacha y Cariñena o Mazuelo como variedades históricas.
La segunda, es el suelo, quizá el más conocido y con el que lo identificamos, la pizarra, allí lo llamamos pissarra o llicorella, un suelo que transmite tipicidad, profundidad, la tan discutida mineralidad, estamos hablando de viñedos con rendimientos muy bajos.

La tercera tipicidad es el clima, estamos en una zona mediterránea, a 25Km en línea recta del mar, pero entre dos cordilleras, Montsant y la del litoral o Montañas de Prades. Tenemos más acusados los extremos, en verano más calor que en el litoral y en invierno más frío, nos nieva a pesar de esa proximidad.
Estas características definen los vinos del Priorat. En otras zonas podemos encontrar suelos de pizarra, pero no combinado con las mismas variedades, clima y entorno. Esto hace que los vinos del Priorat sean imitables en otras zonas.
Scala Dei está en la parte más norte del Priorat, justo donde deja de ser Priorat, los monjes cuando decidieron donde construir el Monasterio, no lo hicieron sobre suelo pizarroso, ya que es muy permeable y difícil de tener fuentes de agua. El lugar fue justo donde termina la pizarra y comienza el calcáreo con la arcilla, fácil de tener fuentes de agua, y eso da una característica especial a nuestros vinos.
Aramos y labramos la tierra. La técnica del no cultivo es para los que tienen abundancia de agua, no podemos dejar a las malas hierbas que se nutran de la planta, que quiten el agua a la planta. La media es de 400 a 500 litros/año de agua, ayer cayeron 10 litros, desde el 31 de octubre de 2015 no había caído una gota de agua, 100 días entre mediados de otoño e invierno sin llover.

Es la única bodega que tiene viñedos en el parque natural del Montsant. Tenemos unas 70Ha de viñedo y compramos uva de 20Ha, las noventa esparcidas en 41 viñedo, el más grande de 3Ha y el menos de 0,2Ha, desde los 400m a los 800m del nivel del mar, por encima de la media del Priorat que es de 450m.
El Montsant llega a 1.100m y nosotros que estamos en la falda, a 800m en suelos calcáreos y arcillosos que da una tipicidad propia a los vinos de Garnacha.
En Scala Dei no hay Cariñena o Mazuelo, al ser una variedad de ciclo más largo la tenemos que buscar en pueblos vecinos a menor altitud y más cálidos.
Hoy vamos a hacer un viaje a través de la Garnacha. El 80% de nuestro viñedo es Garnacha, si hablamos del viñedo que había antes de plantar variedades francesas, suponía el 99%.
Ficha técnica de los vinos de la cata:

1º. Pla dels Àngels – Rosado 2015 Se elaboraron 3.000 botellas, sale al mercado en marzo de 2016. DOC.Priorat – 100% Garnacha – 14.5 %vol – Se enfría la uva hasta los 2ºC – 3 horas de maceración antes del sangrado – Fermentación como un blanco, sin adición de levaduras – 4 meses en depósito hasta su embotellado.
2º. Massipa – Blanco 2014 Se elaboraron 1.100 botellas, sale al mercado en marzo de 2016. DOC.Priorat – 80% Garnacha Blanca y 20% Chenin – 14.5%vol – Fermentan juntas las dos variedades, sin adición de levaduras a 16-18ºC – Se trasvasa el vino con las levaduras finas – Un battonage por semana durante dos meses – Luego pasa al fudre sin filtrar para su crianza estática.
3º. Prior – Tinto 2013 Se elaboraron 40.000 botellas – DOC.Priorat – 15%vol – 55% Garnacha Tinta, 15% Cariñena, 15% Cabernet Sauvignon y 15% Syrah – 70% de suelos de pizarra y el 30% de viñedos de altura con arcilla y calcáreo – 12 meses de crianza en robles y otro año en botella.
4º. Sant Antoni – Tinto 2012 Se elaboraron 1.050 botellas – DOC.Priorat – 14,5%vol – 100% Garnacha Tinta Peluda y País, de 1945 – Suelo arcilloso a 610m altitud – Fermentado con sus levaduras y raspón en depósito de cemento – crianza de 14 meses en fudre de 1400 litros.
5º. Masdeu – Tinto 2012 Se elaboraron 1.200 botellas – DOC.Priorat – 15%vol – 100% Garnacha Negra y Peluda – Suelo calcáreo, ascendente de 600 a 800m altitud – Fermentado con sus levaduras y raspón en depósito de cemento – crianza de 14 meses en fudre de 1400 litros.
6º. Cartoixa – Tinto 2010 Se elaboraron 4.000 botellas – DOC.Priorat – 15%vol – 75% Garnacha Tinta y 20% Cariñena de viñedos viejos plantados en terrazas y en los típicos “costers” de llicorella del Priorat y 5% Cabernet Sauvignon – Solo un 20% con raspón de suelos arcillosos y calcáreos.
7º. Cartoixa – Tinto 1974 Colección privada, sólo quedan 50 botellas. Es la primera añada de un vino del Priorato, parte importante de su historia.
Viticultura, vinificación y cata:
1º. Pla dels Àngels – Rosado 2015

Gran año de cosecha. 100% Garnacha que lleva el nombre de la zona, se vendimia a mano, en Priorat está prohibido hacerlo de otra forma, metemos las cajas de 15Kg en el camión frigorífico, despalillamos la uva ya fría y empezamos a llenar el depósito de 4000 kg que dura dos horas y después empezamos a sangrar, tardamos un par de horas en sangrar el depósito por su propio peso, por eso las primeras uvas que han entrado van a llevar 4 horas en contacto con las pieles y las últimas solo dos.
A partir de ahí, lo tratamos pensando en un blanco especial, desfangamos, fermenta con sus levaduras naturales a baja temperatura, entre 17 y 21 días, tres meses de depósito sin maloláctica y a embotellar.
Es nuestro único vino de temporada y otra de las caras que puede tener nuestras Garnachas del Priorat. No viene de pizarra, viene de dos viñedos, uno a 500m y otro a 570m de altura de suelo arcilloso, motivos de mantener ese punto de acidez y frescor de la Garnacha, ya que sobre suelo de pizarra da vinos más densos, con menos acidez, más estructurados.

Atrae su visual sensualidad de ténue y guiño rosado, brillante. Es la sutileza de la fruta roja, la uva tinta y temprana de mesa que refresca, deja recuerdos cítricos, anisados y otras hierbas de monte primaveral. Tiene el punto de nervio o chispa refrescante que menciona el enólogo.
2º. Massipa – Blanco 2014
Se elaboraron 1.100 botellas, “massipa” es el nombre de la finca de donde proviene el vino, en catalán, nombre de la mujer encargada de la Masía. Un 80% Garnacha blanca y 20% Chenin Blanc. La última, fruto de la moda por variedades las francesas que en los años noventa tenían como referente a Burdeos.
Es de un solo viñedo a 620m altitud, de 45 años, situado justo al lado del viñedo de Masdeu, suelo de arcilla roja con incrustaciones de piedra de yeso y orientado al este, va muy bien para la uva blanca por que le da el primer sol que sale por la mañana y ayuda a secar pronto el rocío que se acumula en los racimos.
Con este vino, pretendemos mostrar la cara más fresca de la Garnacha Blanca en el Priorato. Es la reedición de un vino que se había elaborado en el pasado.
Esta cosecha tuvo el inconveniente de llover 16 días en periodo de vendimia, si dejábamos de vendimiar un par de días, enseguida volvía a llover, afectó con algo de botrytis a las zonas bajas, donde se vendimia antes.
Vendimiamos a la vez ambas uvas, nuestra referencia es un poco antes de la madurez fenólica de la Garnacha, queremos conservar ese punto de acidez, en ese momento la Chenin está todavía más lejos de la madurez y luego su acidez se mantiene más en el tiempo.
Fermentan las dos variedades juntas, a una temperatura de 16-18ºC, se trasvasa para quitarle las lías grandes, durante dos meses le hacemos un battonage por semana, luego pasa a la crianza estática durante 14 meses, con las madres en el fondo del fudre de 1.400l y roble francés.

Bonito amarillo pálido, con fondo ligeramente verdoso que predispone a frescor, en nariz presenta un vino limpio, franco y de buena intensidad, combina la fruta con notas de manzanilla, hierbas blancas silvestres y notas minerales.
La entrada en boca es fresca y carnosa de fruta, variedad de peras, ciruela verde, uva blanca de mesa, notas cítricas; tiene buena entrada, se abre, tiene inicio de amplitud, la madera bien integrada, deja algo de cosas lácteas y tánicas que probablemente en poco tiempo de botella se vaya integrando con la fruta, deja muestra de vino seco, estructurado, con buen esqueleto, no deja recuerdos de alcohol, entra bien, deja recuerdos de membrillo maduro y notas florales, romero, manzanilla.
Con un solo mes de embotellado tiene potencial para redondear, otro vino referente del nuevo Priorat.
3º. Prior – Tinto 2013
Cosecha de calidad de uva. Vino de un invierno frío, primavera generosa en lluvias, un verano fresco al principio y cálido más tarde, pero no tórrido; la vendimia fue tardía y sin lluvias, la maduración fue lenta y regular, dando como resultado unos vinos con cuerpo, afrutados y frescos al mismo tiempo. Pero de poca cantidad de Garnacha, su cuajado con lluvias no ayudó.
Prior, es como una foto de un vino tinto del Priorato, nos sirve para explicar que es la Denominación de Origen, un vino donde vamos a encontrar la cuatro variedades más cultivadas como el 55% Garnacha de varios lugares, el 15% de Cariñena, otro 15% de Cabernet Sauvignon y 15 de Syrah, hemos ido quitando viñedo de las últimas. El 70% viene de suelos de pizarra y el 30% de viñedos de altura, con arcilla y calcáreo.
Continuamos con las dos caras de la misma moneda, el Priorato. Por un lado la potencia, profundidad, la densidad que nos aporta la pizarra y el calor, nos identifica y enraíza en nuestro lugar de origen; la altura y los suelos arcillo-calcáreos aportan ese punto de frescor, de finura y sutil fragancia de las garnachas con vivacidad en el vino.
Cuatro variedades, dos tipos de suelo, entre 12 y 14 meses de crianza dependiendo de la añada, de variedad de materiales y medida de barrica que comentaré en los vinos posteriores, se tiene en cuenta el origen de la uva para no esconder el vino tras la madera, ni darlo pesadez.
Un llamativo rojo picota que expresa la juventud, con nariz intensa de compota de fruta roja en primer plano, notas especiadas, un poco ahumadas, en segundo plano la fruta negra y recuerdos de uva en plena fermentación alcohólica; tiene entrada algo carnosa, con peso frutal en conexión con el olfato, mineralidad algo terrosa, rico en tanino amable, bien pulido, no satura y hace salivar, de buen posgusto y placentero, engancha.
Los vinos parcelarios de Scala Dei
Ricard Rofes i Salsench.
En agosto del año 2007 entré a formar parte de Scala Dei.
Las primeras cosas que hice fue una vertical, me sorprendió que los vinos de los setenta estaban más frescos que los vinos posteriores, después de la vendimia hice otra cata y salió lo mismo, consultando las anotaciones de bodega y hablando con los operarios, llegamos a la conclusión de que se había producido un cambio significativo en la elaboración, se puede resumir en cuatro características:
En los años setenta todas las fermentaciones tenían lugar con raspón, no había despalilladora, llegaba la uva a la bodega, se estrujaba dentro del depósito, estas aportando un plus extra de tanino. A partir del año 1981 llega la despalilladora y elimina el raspón en la fermentación.
La segunda es la sanidad, en los años setenta no había inox., a partir del 81 y 82 se impone el cambio tecnológico en todo el Priorato, llegan los depósitos de fermentación inox., también de uso en la crianza o almacenamiento, mejora de sanidad, pero también se reduce la complejidad que aportaban las poblaciones de levaduras anidando en las paredes de los viejos depósitos.
La tercera es el control de la temperatura en la elaboración del vino. En los años ochenta las bodegas invierten en equipos de frío. Las fermentaciones altas de calor solo se manejaban con sulfuroso, mecidos y remontados, por tanto se daban picos altos de temperatura, momentos donde la extracción de los componentes de la piel, la pepita y el raspón, es mucho más acusada, para lo bueno y para lo malo; a temperaturas más bajas extraes menos, pero conservas más fruta. Llega el control del frío en la fermentación y modifica la elaboración del vino, lo globaliza.
La cuarta característica es la crianza. En los años setenta en Scala Dei, y muchos lugares, guardaban el vino en recipientes muy grandes, maderas muy usadas que apenas aportaban oxigenación por transpiración, tampoco aportaban taninos, sabores de ahumados, tostados, etc.
Sumando estas cuatro características, los vinos ya con estos medios de elaboración, en los años ochenta y mirando la fama bordelesa, eran más golosos y fáciles de beber justo después de embotellar, pero por contra, se caen más fácilmente.
Nosotros vimos que a partir de viñedos a una cierta altura y momento de maduración, tenemos Garnacha donde la maduración de su raspón se solapaba con la baya de la uva, es un aporte tánico, pero no astringente, debido a la prolongada madurez, y decidimos aprovecharlo.
Recuperamos un patrimonio de elaboración que casi se había perdido, casi se había globalizado y recuperamos ese gusto de los vinos no tecnológicos.
Con ese raspón no herbáceo, la garnacha gana en finura y elegancia, la podemos comparar a la Nebbiolo y Pinor Noir, pero no llega al mismo contenido de tanino en la piel y pepita, no puede vestir tanto los vinos, el raspón la equipara. También para el recorrido o larga crianza del vino sin necesidad del aporte de barrica pequeña, viste, pero esconde el vino.
4º. Sant Antoni – Tinto 2012
Segunda añada cálida y de pocas lluvias, poca cantidad y uva concentrada. Este vino nace de un solo viñedo llamado Sant Antoni, tiene forma de anfiteatro con orientaciones de este, sur y oeste, está a 600 metros de altitud, suelo de arcilla roja, con zonas ricas en hierro.
Elaborado con el 100% del raspón, levadura, la que viene de su uva, vinificado en cemento, con ligeros remontajes y criado en fudres de 1200 litros.
Carmelo: Tiene más tipicidad de Priorato que el anterior, sobre todo esa sazonada y muy bien marcada fruta madura a arándanos y frutos rojos, marca en boca esas notas de monte quemado, notas cerradas, de ceniza, notas minerales, muy de chocotale after eight (mentolados), de pimienta seca, blanca, incluso muy etéreo, de hoja seca, de monte, muy espiritual; me recuerda a los vinos de Álvaro Palacios.
En boca igual, vino de textura, mineralidad, parece fácil y fluido porque tiene un tanino muy sutil, pero de muchos registros, tiene anchura de entrada, me gusta su nervio que conduce y guía, lo balsámico, he apuntado notas salinas, mucha redondez, es un gran Priorato, me recuerda apego al Ródano, sobre todo por esa frescura que deja al final en boca, balsámica, a eucalipto, de regaliz negro, fruta al licor, de hoja de tabaco, muy complejo. Un vino muy bien hecho, ya para disfrutar, pero mejor, a partir del cuarto o quinto año, por que tiene muchos registros, un vino así tiene que evolucionar más en botella, también el postgusto se elevará.
Ricard: Que es espiritual, me ha gustado, lo decía antes Xavi Nolla, alguno de los viñedos que estamos trabajando son viñedos documentados de Garnacha de hace 350 años, herencia del Priorato en la España medieval, de los monjes del siglo XII. Gente reflexiva y experta que tuvieron mucho tiempo para decidir en que parcelas funcionaba mejor la Garnacha, esta es una de las parcelas.
Soy consciente de ser lo menos intervencionista posible con estos singulares viñedos, que el vino fluya por donde quiera ir a la hora de elaborarlo, que se exprese el terroir, de hecho, es un vino que al transcurrir añadas tiene siempre un mismo perfil, esto lo dan los buenos viñedos, tienen más personalidad, pasa por encima de lo que es el factor añada.
Xavi Nolla no se resiste y nos muestra fotos de miradores para recrearnos en la lejanía del Montsant, fotos que atrapan la amplitud de esa sierra mediterránea, expresan sosiego, majestad, pero también proximidad.
5º. Masdeu – Tinto 2012
Añada cálida, de poca cantidad y uva concentrada, como el anterior. Otro de nuestros viñedos documentados de Garnacha. Parte de 680 metros y va subiendo hasta los 800 metros de altitud. No se ha resistido a ser mirador de la montaña sagrada, las cepas del cielo. En la zona baja parte con miga de arcilla roja y termina completamente de calcáreo. Lo vamos a ver en el vino.
Los actuales viñedos se plantaron hace sesenta años de Garnacha Negra y Peluda, fácil de equilibrio propio por suelo pobre, pámpanos cortos de metro a metro veinte, baja producción, menos de un kg/cepa, 1.200 botellas.
Fue la última viña que vendimiamos, en la última semana de octubre. Si en el Sant Antoni tenemos ese punto de finura, de elegancia, de esa garnacha de libro; este calcáreo le va a dar más hombro y más contundencia al vino. En cuanto lo demás, solo intentar meter dentro de la botella lo que nos encontramos en el suelo.

La fruta que te viene de estas cepas es equilibrada, hace su camino sin prisa. La Garnacha que encontramos plantada, es de los lugares dónde se expresa mejor.
Arrancamos la cata del Masdeu (Mas Deu), sabiendo que tenemos un vino especial, ya ha calado en los Sumilleres de Madrid que Scala Dei marca el origen de los vinos del Priorat a través de sus acontecimientos, tenemos la sugestión de valorar su vino más sutil, el que tiene las uvas más cerca del cielo.

Rojo rubí con centro púrpura y ribete compacto, juventud. Compleja presencia frutal, con muchos registros, compota de ciruelas moradas y frutos de monte, higos, marcados aromas balsámicos, laurel y mentolados, especiados de anís y pimienta, tierra húmeda.
La boca es fragante, mucho equilibrio entre la fruta, la parte floral y especiada, la huella tánica es cuantiosa, sedosa y combina con notas balsámicas y peso mineral, una acidez muy bien integrada que arropa al peso de fruta madura y especias, un vino con amplitud, con volumen, potente, deja boca sabrosa por esos taninos tan etéreos pero acusados, es persistente.
Un vino de guarda por su calidad muy alta, si le soporta la acidez puede ser un top.
6º. Cartoixa – Tinto 2011
Significa Cartuja, 15%vol. 75% Garnacha Tinta, 20% Cariñena o Mazuelo orientada al sur, de la parte más baja donde madura, de viñedos viejos plantados en terrazas y en los típicos “costers” de llicorella del Priorat. Lo completa un 5% Cabernet Sauvignon, solo un 20% de uva es fermentada con raspón maduro de suelos arcillosos.
Si “Prior”, es la foto de un vino tinto del Priorato, Cartoixa es la explicación del pueblo de Scala Dei, de su entorno, un vino de sus viñedos cercanos que más nos gustan, tienen suelo de pizarra, arcilla y calcáreo.

Dependiendo de la procedencia de cada uno de los pedazos de viñedos, la crianza es distinta. Utilizamos barricas de 225 y 300 l para esa Cariñena que nos viene de suelos más bajos y de pizarra, el resto en toneles de 600 l, son fudres y algo en cemento.
Un vino con limpidez de capa alta, de rojo vino a púrpura, aromas muy mediterráneos, intensos, de fruta negra y roja madura, ciruelas, dátiles, higos secos, hierbas silvestres, heno, especias, notas ahumadas de tizón y pizarra caliente en contacto con la lluvia, eucalipto.
Potente en boca, un vino que marca entrando, de mucho cuerpo, terrosidad, densidad o menos fluidez, ahumados, cacao mentolado, muy rico en taninos maduros, de sensación sabrosa pero no cálida, menos largo y persistente que los anteriores, con mucha personalidad. Pide platos de caza.

Xavier Nolla nos recuerda que estamos tomando la marca del vino más antiguo del Priorat.

D. Ricard Rofes i Salsench, da por concluida la entrañable y exitosa cata con: Gracias por hacer la cata amena, yo he disfrutado, espero que vosotros también.
Video en inglés sobre el perfil general del vino Scala Dei:
D.Gonzalo Sol de Liaño
Al finalizar la cata, los Sumilleres de Madrid otorgaron el título de «Socio de Honor» a D.Gonzalo Sol de Liaño. No olvidan que en el año 1992 fue el creador de los cursos formativos para los Sumilleres en la Cámara de Comercio de Madrid.
*Gonzalo Sol de Liaño, nace en Madrid el año 1935.
-Hizo el bachillerato en el Liceo Francés, estudió Derecho en la Universidad Mª Cristina de El Escorial y en la Complutense de Madrid, donde también estudió Economía; en 1952 hizo un Curso de Sociología en la Sorbona de París.
-Por razones políticas vivió en Venezuela hasta el año 1970
-Premio Nacional de Gastronomía
-Articulista y divulgador periodístico del vino y la gastronomía en diversos periódicos de primera tirada
-Director y colaborador en programas de radio
-Fue autor y editor de las primeras guías gastronómicas que se editaron en España
Autor del libro «Casa y cocina»
-Sus premios más relevantes son Premio Nacional de Gastronomía del Ministerio de Cultura (1978), el de la Academia de Gastronomía (1988), Premio Alimentos de España 2003 del Ministerio de Agricultura, Premio Nacional de la Real Academia de Gastronomía (2010) y Premio Cárnicas Tello de la Real Academia de Ciencias Veterinarias (2016).